El verano ya llego, ya llego, ya llego...
Antes esta estación del año me gustaba mucho. Pero desde que sufro Fibromialgia, cada año le va peor a mi cuerpo, aunque, ya no se si hay alguna estación que le vaya bien.
Me alegra el sol, me encanta, me levanta el animo, pero el calor me atrofia, cuando el termómetro empieza a pasar de los 25º C, es un sinvivir; pies hinchados y doloridos, sudor en exceso...
Mi cuerpo, no le permite hacer a mi mente, todo lo que a ella le gustaría.
Las fiestas de los pueblos, para mí son sentarme en una terraza, ver pasar a la gente y si no he ido muy pronto, quedarme a ver los fuegos artificiales.
A la playa voy poco, porque me cansa en exceso, así que como tengo la piscina cerca y me cansa menos, cuando estoy animada, allí paso la tarde.
Las vacaciones, también son dosificadas, no puedes patearte una ciudad para verla bien, pero bueno, siempre encuentras sitios con el bus turístico, ese descubierto, que te lleva por toda la ciudad. Y aun así, te toca hacer una selección de sitios para visitar, pues... a todos no llegas.
Hacer todas estas cosas, son un exceso para mí, luego me paso dos días o más intentando recuperar fuerzas.
Pero, merece la pena poder disfrutar aunque, sea un poquito y aprovechar esas horas de luz que ahora tenemos.
A pesar de todo el verano me sigue gustando.
lunes, 22 de junio de 2009
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