Actividades “normales” se ven truncadas por el dolor que impide a los pacientes realizarlas plenamente. Uno de los aspectos más resentidos en este sentido es el sexual.
Sin embargo, según estudios recientes la fibromialgia no es equivalente a no poder tener relaciones sexuales, al contrario, incluso es saludable mantener una regularidad, modificando aquellos aspectos que pueden entorpecer no sólo la relación sexual sino también la de pareja.
Este padecimiento tiene como principal síntoma el dolor músculo esquelético generalizado, el cual deriva en inactividad física.
Cualquier enfermedad crónica puede provocar un distanciamiento entre una pareja debido principalmente al deterioro de la calidad de vida, sin embargo, el aspecto afectivo es uno de los detonantes de que dicha calidad se mantenga.
El dolor y la fatiga son los síntomas que interfieren de forma más notable en la vida sexual del afectado por fibromialgia. A menudo los pacientes describen que el cansancio hace que sea muy difícil emprender una relación y el dolor físico que se presenta ante el contacto de la pareja, puede convertir un acto placentero en todo lo contrario.
En el plano emocional, la ansiedad, la depresión e incluso los problemas de pareja que emergen a raíz de la enfermedad, son más que suficientes para dificultar el disfrute de la vida sexual.
El entorno afectivo es muy importante para superar los trastornos porque si no existe apoyo por parte de la pareja, el paciente se enfrenta a una situación aún más desgastante.
No renuncie, trabaje.
Sin embargo, según estudios recientes la fibromialgia no es equivalente a no poder tener relaciones sexuales, al contrario, incluso es saludable mantener una regularidad, modificando aquellos aspectos que pueden entorpecer no sólo la relación sexual sino también la de pareja.
Este padecimiento tiene como principal síntoma el dolor músculo esquelético generalizado, el cual deriva en inactividad física.
Cualquier enfermedad crónica puede provocar un distanciamiento entre una pareja debido principalmente al deterioro de la calidad de vida, sin embargo, el aspecto afectivo es uno de los detonantes de que dicha calidad se mantenga.
El dolor y la fatiga son los síntomas que interfieren de forma más notable en la vida sexual del afectado por fibromialgia. A menudo los pacientes describen que el cansancio hace que sea muy difícil emprender una relación y el dolor físico que se presenta ante el contacto de la pareja, puede convertir un acto placentero en todo lo contrario.
En el plano emocional, la ansiedad, la depresión e incluso los problemas de pareja que emergen a raíz de la enfermedad, son más que suficientes para dificultar el disfrute de la vida sexual.
El entorno afectivo es muy importante para superar los trastornos porque si no existe apoyo por parte de la pareja, el paciente se enfrenta a una situación aún más desgastante.
No renuncie, trabaje.
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http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/salud-en-pareja-fibromialgia-y-sexualidad/
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