Dado el carácter crónico de su enfermedad, en los pacientes afectados de Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y Fibromialgia asumir que han de convivir con una dolencia permanente conlleva a la irrupción de secuelas psicológicas. Como explica Manuel Rodrigo Carrillo, psicólogo de la Asociación Provincial de afectados de SFC y Fibromialgia "Trébol" de Puertollano e integrante de la Unidad de Tratamiento en SFC que dirige junto al Doctor José Alegre, el paciente afectado "pasa de ser una persona normal a un enfermo crónico y ante eso el ser humano no está preparado". A las mermas físicas se añade cierto deterioro intelectual lo que aboca que muchos enfermos de SFC entren en una espiral caótica, "no pueden trabajar ni relacionarse como antes". Irrumpe el sufrimiento que desde la óptica psicológica se focaliza en cuadros de ansiedad, problemas de sueño, baja autoestima, desembocando algunos casos en depresión "porque la persona se siente dependiente e inútil".
La importancia del estudio neurocognitivo.
Manuel Rodrigo, que en 2006 se incorporó a la Unidad de Tratamiento de SFC auspiciada por la Asociación "Trébol", forma junto con el Doctor José Alegre un tándem profesional esencial para que los pacientes vean mejorada su calidad de vida. Rodrigo explica que muchos enfermos de SFC llegan a la Unidad de Tratamiento tras haber dado bandazos de unos profesionales a otros. De algún modo, ven la luz pues como señala "aquí se les diagnostica seriamente y se les trata tanto a nivel físico como psicológico". Valora la Unidad de Tratamiento de SFC como una iniciativa pionera en el tratamiento de esta enfermedad, viéndose complementada con la atención que los enfermos de fibromialgia de Puertollano y comarca reciben del especialista Marcos Paulino. La puesta en marcha de esta unidad multidisciplinar, aclara Manuel Rodrigo, ha servido para ampliar el tratamiento y los criterios de diagnóstico a través de una prueba crucial denominada Estudio Neurocognitivo donde científicamente se detecta si el aquejado sufre de SFC. En dicho estudio se comprueba si el paciente sufre un deterioro en su memoria a corto plazo, la velocidad a la que procesa información su cerebro, la organización perceptiva y el estado que presentan ambos hemisferios cerebrales ya que los enfermos de SFC suelen tener el hemisferio derecho hipoactivo. Se trata de una técnica exhaustiva donde se somete al paciente a una batería de pruebas conocida como Escala Weschler de Inteligencia y en la que se aplica el test de inteligencia Wais III, cuya duración oscila entre las 3 y 4 horas, para generar una fatiga mental en el paciente "lo que nos permite ver si cumple con el perfil esperado de un enfermo de SFC". Rodrigo matiza que los afectados por fibromialgia también presentan cierto deterioro neurocognitivo "sólo que en los enfermos de SFC es más acusado". Normalmente, relata, los que padecen fibromialgia no suelen presentar el hemisferio derecho hipoactivo y destaca la necesidad de diferencias ambas dolencias "porque se tiende a confundir su sintomatología, aunque están claramente diferenciadas y así lo reconoce la Organización Mundial de la Salud". Recientemente, la Unidad de Tratamiento de SFC en Puertollano ha establecido un convenio de colaboración la Unidad de Medicina Deportiva, dependiente de la Universidad Complutense de Madrid, para realizar pruebas de esfuerzo físico durante dos días. Allí se mide el consumo de energía física en el paciente durante el primer día y al día siguiente se comprueba la capacidad de recuperación del organismo tras ese esfuerzo. Además, indica Rodrigo, se ha empezado a trabajar con Resonancia Magnética para buscar conexiones interhemisféricas y así facilitar el diagnóstico. "Con estas pruebas el diagnóstico es certero, científico y completo" asegura el psicólogo.
Técnicas psicológicas empleadas.
Lo anterior es un paso previo para el tratamiento psicológico que precisan los afectados de SFC. Rodrigo Carrillo emplea terapias como la cognitivo-conductual y la de aceptación-compromiso para verificar en qué estado mental se encuentra el paciente y destaca la importancia de tratar "las raíces de los conflictos porque en algunos enfermos existen problemas emocionales y afectivos asociados". Traumas que hacen que los pacientes graben una memoria neurológica de los conflictos larvados y que estos afloren en procesos psicosomáticos. "Lo que trato es de aliviar la carga de la mochila emocional" subraya; para ello, emplea una serie de técnicas como EMDR, terapia de interacción recíproca y otra como es la de aceptación y compromiso para que los pacientes vayan asumiendo el cuadro que presentan y así poder modificar los patrones de vida para adoptar nuevas conductas. "Es importante la aceptación de la cronicidad de la enfermedad y efectuar una limpieza emocional" pone de relieve Manuel Rodrigo. No existe una duración específica de este tratamiento psicológico, todo está en función de cómo evoluciona cada paciente. Según Rodrigo hay enfermos que en 12 a 15 sesiones ya presentan avances significativos y otros que al no entrar en el paradigma de la psicoterapia a tiempo limitado "son de larga duración". De lo que Manuel Rodrigo no duda es del importante papel que desempeña la Asociación "Trébol" a la hora de que los enfermos de SFC y fibromialgia dispongan de los mejores tratamientos. Sobre todo, destaca la labor de Ricardo Durán, Presidente del colectivo, que ha sido decisiva para que Puertollano disponga de una Unidad de Tratamiento multidisciplinar de la SFC.